No me importan mis ojos vidriosos
que se empañan con facilidad.
No me importa que te importe
mi fragilidad.
No me importan tus mentiras,
ya me dan igual.
No me importa; que te vayas ahora.
Justo ahora, que no se terminan las horas...
No me importa morir sola,
ya he enterrado las historias
de amor trágicas que invitan
al suicidio colectivo.
Aunque, si tú quieres,
te puedes morir conmigo.
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