Maldita dulzura la mía,
maldita mirada la tuya,
te culpas de tus errores
y yo me abro las heridas.
La sangre será la tinta
que corra por mis versos.
Me asusta escupir
lo que tengo en las entrañas.
Me asusta mirarte
y ver a una extraña.
maldita mirada la tuya,
te culpas de tus errores
y yo me abro las heridas.
La sangre será la tinta
que corra por mis versos.
Me asusta escupir
lo que tengo en las entrañas.
Me asusta mirarte
y ver a una extraña.
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