Aprendí a controlar mi mente,
cerraba los ojos con fuerza
y me evadía.
Mi cuerpo se convertía
en algo secundario.
Las sensaciones
se proyectaban como
en una sala de cine
al aire libre.
Cercanas pero distantes.
Sucediéndose
a descompás.
-
Hasta que...
.
acababa,
y todo se fundía
en negro.
-
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