miércoles, 21 de julio de 2010

La cordura es pasajera,
me tumbo entre las vías
y pienso que se parecen a la vida.

Ahora más que nunca
soy consciente de mi locura
y no me importa.

La noche enfría las vías y mi piel,
pienso en el amor y otras atrocidades,
consciente de mi inconsciencia
he vuelto a desgarrarme el paladar.
El aire me corta el aliento.
No tengo ganas de dar explicaciones
no tengo fuerzas para rebatir razones.

Complejo de luciérnaga
que no puede evitar volar hacia la luz,
a sabiendas.


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