lunes, 30 de septiembre de 2013

El vuelo de las moscas

Fotografía de Magnus Muhr


Hay un laberinto de papel de periódico,
en él, un callejón sin salida en el que una simpática rubia
te invita a tomar café. "Te vendrá bien" insiste.
Remueves y soplas, mientras accedes a embarcarte
en viajes y proyectos fantasma. Pierdes el tiempo
planeando la hipotética jugada. STOP.
Retrocede hasta el inicio.
Cruza los dedos y lanza los dados.
Avanza pasillos interminables, 
idénticos y fríos, con luz de hospital. 
357 y se abre la puerta:
"Llegas tarde, tengo que irme a trabajar"
la mujer se marcha y 
te quedas a solas con un hombre
vestido de verde, postrado en la cama,
con el Marca por cabeza y una cicatriz en el pecho.
"¿Duele mucho?" te atreves a preguntar.
Y el hombre abandona su lectura y se abre la cicactriz.
Te asomas con cuidado y ves el hueco. Y él 
llora y te pregunta "¿qué han hecho con los restos?" 
Es hora de la medicina. Se acabó el tiempo. Retrocede 
tres pasillos a la derecha. Entra en la sala de los retretes parlantes.
Lejía, bilis y Listerine. Te has vuelto a perder.
¿Te das cuenta? Los pasillos se estrechan. 
¿Qué esperas conseguir?
 "Ya huelo el premio".
Avanza hasta la meta. 
Quieta.
Un espejo 
se planta frente a ti,
te muestra a tu oponente.



domingo, 22 de septiembre de 2013

Y escribir poemas
                    como quien echa la quiniela,
            esperando que quizás
esta vez...

domingo, 15 de septiembre de 2013

Fugaz



Fotografía de Rosa Fernández García


Tienes las manos como luces de neón
y esta es la última vez
que voy a destrozarte.

Las campanas no han parado de sonar

y puedo ver cómo te crujes los dedos.
Pero yo soy más fuerte
y he pasado por setenta funerales
sin decir adiós.

Me pesa la apatía de los días

que se acercan,
el rechazo de los animales.
Nuestra vida es un eterno dejavu
y tú cada vez estás más cerca
de la ficción.

Fíjate,

se me caen los ojos
de avistar sueños fugaces.

Somos todo fachada,

por eso nos encantan los tejados.
Por eso nos encantan los teclados
y no dejamos a los vecinos en paz
con tanto ruido digital.

Voy a vengarme de los días de perros

con orejas de gato.

Tengo un saco de castañas

recién sacadas del fuego
de quienes vienen
a decirme
que no hace más que llover,
como si eso 
fuese una desgracia.

Esta es la última vez

que voy a destrozarme.
Se acabó lo de hacer de Ian Curtis
Pizarnik, Kurt Cobain o Sylvia Plath.
Voy a cantar a gritos bajo la ducha,
como hace la gente normal,
engancharme a seriesyonkis
y frecuentar clubes nocturnos.

Pero antes,

déjame que te señale con el dedo
por lanzarme dardos envenenados
y hacerme creer que era yo
y sólo yo,
la causante de todas las desgracias.

Hace tiempo que dejé de jugar al rescate

y sin embargo, vas y me salvas.

Siempre 

fuiste prescindible,
y esta, es la última vez
que voy a despedirme.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Activo Agresivo



Ilustración de W. Scott Forbes  


La naranja te llena la boca
y no me escuchas.

  Salpicas reproches cítricos,
ácidos a más no poder.

Vamos a perder la cabeza, vamos.

Si separas así los gajos se te ensuciarán las manos
y todo el mundo sabrá que fuiste tú.

   Mi pequeño activo agresivo,
                                               noli me tangere.