y me imagino cómo se quitan el abrigo al llegar a casa
saludan al perro, se tumban en el sofá
y me miran
como queriendo ocultar su pésimo gusto con las cortinas
me miran con la
preocupación de que en cualquier momento
asome la cabeza por su habitación y
vea la cama deshecha,
la ropa tirada,
A veces, bajan la vista
rápidamente
porque no quieren que
escuche su melodía recurrente,
esa estúpida canción que
escuchan para follar, correr, llorar, cocinar, mear,
esa estúpida canción que
de por sí sola no dice nada
pero que sin embargo no
pueden evitar tararear mientras les observo
y de tan incómodos se bajan antes de tiempo
sin querer, con los
nervios.
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