La mayor parte de lo que escribo me parece basura, y probablemente lo sea, pero en medio de ese barrizal, a veces sale a flote algo por lo que vale la pena ensuciarse.
Solía escribir desde el dolor, la ficción como una ventana a la que asomarse para hacer soportable la realidad. Encriptar las palabras que me trago para expulsarlas en una purga regeneradora. Palabras salvavidas, que un día dejaron de flotar. Las páginas se quedaron en blanco y solo con el tiempo fui capaz de llenarlas poco a poco de colores.
A menudo me pregunto si es posible escribir desde un lugar ajeno al dolor, quiero decir, algo que merezca ser leído.
Para mí la poesía es una fuerza que desgarra y moviliza la materia humana, hay algo en la crudeza y la verdad que lo impulsa que genera su razón de ser. Fuera de eso, no veo más que palabras vacías y adornos gratuitos, una falsedad insultante a la que no quiero contribuir.
Hay etapas para todo, para la vida y para la creación, y creo que son inversamente proporcionales. Cuanto más se ensalza la vida, más se devalúa la creación y cuanto más se exalta la creación más se degenera la vida. Por lo tanto, si no tenéis noticias mías en una temporada, en lo que poéticamente se refiere, quizás deberíais
alegraros por mí.
Ilustración de Erik Thor Sandberg
Honesta como un buen poema. Saludos.
ResponderEliminarGracias Lucas, un saludo.
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ResponderEliminarHola May. Lo de honesta es obvio, y por tanto (para mí) insuficiente. Pero lo que no está de más decir es que tus poemas (por ejemplo, este mismo que acabo de leer) son buenos. Tienen fuerza, me llegan, me dicen cosas (aunque no identifique bien cuáles cosas son) y se me mueven por dentro... tus cosas, las mías, los movimientos. Eso es la poesía, que está en tus poemas y también en otras muchas apariencias, de la vida, o profundidades. Por eso, aunque sufras y te duela, no puedes dejar de escribirlos. Y además, desde mi perspectiva (que obviamente no tiene por qué ser acertada), lo de que en la vida sonrías o no es indistinto; quiero decir: los poemas no vendrán más ni menos aunque sonrías menos o sonrías más. Bueno, es lo que yo pienso. Me alegro de saber que no escribes porque eres más feliz. Pero no me lo creo (perdona que sea tan directo): no escribes porque estás más atareada. En fin, que comentario tan estúpido y tan invasivo te estoy poniendo...
ResponderEliminarSólo hay dos cosas importantes: me alegro de que seas feliz y me encantan tus poemas. Mira a ver, por favor, si puedes conjugar ambos.
Un abrazo
Un millón de gracias Ricardo, de corazón. Quizá tengas razón. Un abrazo enorme.
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