martes, 30 de marzo de 2010
Lata vacía
Podría dejarte debajo
de una baldosa de Bilbao.
Podría aplastarte
como a una lata vacía
sin tocarte
para que vieras
que a grandes rasgos
no eres más que una lata vacía.
Con tu etiqueta identificativa
de marca registrada.
Albergando a penas unas gotas
de algo que se va pudriendo
a una velocidad vertiginosa.
Contaminando el ambiente.
Desanillado, incompleto,
vacío... (vacío...)
Triste porque tu felicidad
depende de unos centilitros.
Triste cuando la felicidad
ajena es como el sol
y te quema.
Bien
lunes, 29 de marzo de 2010
martes, 23 de marzo de 2010
Escapista
se convirtió en la excusa perfecta
para echar a correr.
Entonces, los pitidos de los coches
impidieron que tu voz la alcanzase.
Hoy, la escapista repite escena,
esta vez sin lluvia
sin lágrimas
sin ti
y sin embargo
la sensación es la misma.
Luego, a solas con su
almohada ahogada de gritos
se recuerda una vez más
la razón de su fracaso,
lo rápido que corras
no importa
lo mucho que te alejes,
no puedes huir de algo
que llevas dentro.
domingo, 21 de marzo de 2010
viernes, 19 de marzo de 2010
Eguzki
con tu lengua afilada.
Recorrerte la espalda
letra a letra...
Explorar tu boca
sílaba a sílaba
-saliva a saliva-
La tinta, resbalando
con el sudor.
Las manos mojadas
deshaciéndose de la tierra
en mis caderas.
Tus versos atravesándome
con fuerza.
Los míos
arañándote la espalda.
Y el duelo de suspiros
ahogados por un gemido
en forma de poema
celestial, pandémico...
"Imagínate ahora que tú y yo..."
La tinta, la tierra,
los versos, la saliva.
Biedma, porno
y las nostalgias.
miércoles, 17 de marzo de 2010
Latidos
sábado, 13 de marzo de 2010
Ice candy
viernes, 12 de marzo de 2010
INSOMNIO
Abrió los ojos en la oscuridad, el incesante goteo del grifo de la cocina no era precisamente una gran ayuda para combatir el insomnio. Palpó con cuidado el lado izquierdo de su cama, pero él no estaba. “El vuelo ha sido retrasado, no me esperes despierta .” Los malditos mensajes de texto eran más fríos que la nariz de un perro. Se levantó, cerró bien el grifo y encendió la tele; a esas horas sólo echaban porno barato, anuncios interminables o programas en los que una presentadora histérica promete un montón de dinero a quien llame y acierte la respuesta a cualquier pregunta estúpida del tipo “¿Qué fruta empieza por “m” y tiene tres “as”?”. Apagó la tele, tenía ganas de fumar, ya sabía que no era lo más recomendable en su estado, pero le apetecía. “Es mi premio por decir manzana.” Acto seguido se abrigó y salió a la calle, lo último que quería era que la casa oliera a tabaco. Y volver a discutir… Le quedaban dos caladas cuando el Alfa Romeo se detuvo frente al portal. Y ahí, de pie junto a una farola fundida, pudo ver cómo su marido, el impecable hombre de negocios, se la pegaba con una chica que, por cierto, se parecía a la presentadora.
jueves, 11 de marzo de 2010
Billete de ida y vuelta
y las manos cargadas de recuerdos.
Recuerdos que pesan como el plomo
y se escurren como polvo
entre mis dedos.
Escribir como si fuera fácil,
con la fiebre estallando en mi cuerpo.
Escribir sin comprender,
con el dolor resbalando por mi cara.
Y no entender...
No entender las palabras mayores
como el ODIO o la JUSTICIA,
ni saber quién es capaz
de llamar SANTA a una GUERRA.
"Atentar es cometer un acto criminal
contra el Estado, o cualquier persona
o cosa para alterar el orden."
Atentado es sinónimo de desgracia.
Escribo en un vagón,
junto a una niña que se ríe
de los ruidos que hace el tren
y pienso en el espacio-tiempo
y en lo cerca y en lo lejos
que estamos de aquella trágica
mañana de Madrid.
Escribo hacia atrás
volviendo paso a paso a aquella marcha
en la que aún queda el olor
de las velas apagadas por la lluvia,
y las flores, y las vidas.
Y recuerdo que yo también
iba en ese tren.
miércoles, 10 de marzo de 2010
martes, 9 de marzo de 2010
La crema de zanahoria
parece una vomitona de dragón.
Observas el pegote naranja y acuoso
mientras arrugas la nariz
y cruzas los brazos
en signo de rechazo.
Entonces, te cuento el secreto
en un susurro,
no sin antes cerciorarme
de que nadie nos espía...
"Si te acabas la poción de tritón
tendrás poderes mágicos."
Lástima que siempre
dejes la última
cucharadita.
domingo, 7 de marzo de 2010
111
sábado, 6 de marzo de 2010
El boxeador sin guantes
Te estamparé la cara
con mis besos si hace falta.
Te sostendré
para que no decaigas,
para que entiendas que las piedras
que entorpecen tu camino han de servirte
para alzar un fuerte,
para construir y no para herir(te).
Que se emborrachen
tus bolígrafos si quieren
pero deja que me embriague
con la tinta de tus versos.
Porque hay palabras
que atraviesan como balas
o se clavan en el alma
como agujas de coser.
El mundo, la vida
y todas esas mierdas
son como son
y no van a cambiar,
son como son
y lo único que importa
es el cristal por el que miras.
Desempaña tu cristal
y no te rindas.
martes, 2 de marzo de 2010
sino morada
de hombres grises.
Esos ladrones imparables
moviéndose a su antojo...
¿A quién han sobornado
para alcanzar tal grado de impunidad?
Mira que me lo advirtió David.
De las montañas
de regalos que recibí en mi infancia
solo recuerdo unos pocos,
aún conservo unos menos.
El libro de Momo
con las tapas rojas y la advertencia
a modo de dedicatoria,
la pulsera de plata
en una pequeña caja
de madera clara...
¡Y ese reloj! Menuda estafa...
Lo vendían tan bonito,
lo ajustaron tan bien a mi muñeca...
¡Yo ni si quiera sabía leer la hora!
Tardé un montón en aprender,
me costaba, supongo, acostumbrarme
a medir mi vida por momentos.
Momentos divididos en partes iguales.
Qué estupidez... Yo ya sabía
que el tiempo no transcurría siempre
de la misma manera.
Al final, no tuve más remedio, aprehendí
la ceremonia del t-iempo
y el resultado
fue peor de lo que imaginaba.
Comprendí que Flick y Flack no eran felices,
que nadie es feliz pendiente de las horas,
dependiendo de agujas
que marcan
con cada TIC
los movimientos,
con cada TAC
los sentimientos,
con cada TOC
toc-toc...
La llamada incesante
resuena en mi muñeca izquierda
y yo no abro.
Hago como que no lo escucho y callo.
No quiero,
no puedo reconocer
que estamos
atrapa-
dos en un reloj.