viernes, 26 de junio de 2009

VEGETAL


Seguí tus indicaciones

y efectivamente,

ahí estaba,

envuelta en sábanas

verde pastel.

-Demasiado dulce

para mi gusto

no le pegaba.-

Ahí estaba,

entubada y tirada

como una lechuga.

Y aunque se hacía la dormida

sé que me escuchaba.

Le dije: no te quejes,

sabes que te lo mereces.

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