
Rubia,
por aquel entonces
era rubia.
Naturalmente de bote.
Aunque eso le daba un toque peculiar.
Diferente a la gente artificial
de los lugares que solía frecuentar.
Las gafas, de pasta,
le hacían parecer inteligente...
-Al menos eso era
lo que ella pensaba.-
En general,
todo formaba parte
del mismo disfraz
bajo el que se escondía
para no mostrar su verdadera cara.
La cara más vulnerable
de la humanidad.