Si me dejas
pienso hacer lo que
me de la gana.
Pero tienes que dejarme...
Soy como un gato que
se cuela cada noche en tu balcón
para ir a buscar la comida
que le dejas
antes de irte a dormir.
Ya no te importa
no verme,
ni hablarme, ni tocarme,
y sabes que regreso
porque cuando despiertas
el plato siempre está vacío.
Pero eso no es vida amor mío.
Es injusto subsistir a base de cariño.
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