jueves, 13 de agosto de 2009

Memorias de un pez

Afuera chispea
y las gotas de lluvia

golpean el cristal
de la ventana
que está sobre el
cabecero
de la cama.

Yo, sigo atrapada
en tu pecera,
sin poder hacer nada...

Resignada,

mirando a través
del cristal
que tú
elegiste para mí.
-Si no salto es porque afuera
me entra el pánico y me asfixio.-
Pero te he estado observando

y sé, que algún día

acabarás rompien
do la pecera.
Sé que me verás
agonizar
en tu cálida
y oscura moqueta,
y que en el último
suspiro
de mi pobre corazón

comprenderé que nuestra
historia
se acabó.

Mientras tanto, sigue a tu aire,
que yo nada haré
y nadaré a mis anchas.

Al fin y al cabo,

sufro pérdida de memoria

a corto plazo.



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