viernes, 17 de septiembre de 2010

Tropezar

El ser humano es el único animal
que tropieza dos veces con la misma piedra.

Te propongo tropezarnos una y otra vez
hasta acabar con las rodillas en carne viva.

Más claro: agua. Me dices.
Pero enturbio mis ojos al aclararme.

Sigo queriendo tropezarme contigo.
Sigo queriendo destrozarme contigo.
Sigo queriendo...
Sigo queriendo un mundo.
Sigo queriendo un mundo contigo.
Sigo queriendo un mundo contiguo.

Por eso pego patadas descalza
contra la piedra, contra la arena
o contra lo que haga falta.

Pego patadas a la nada,
a la nada cotidiana*
y me retuerzo de dolor
y me disuelvo como azucar
en sudor. En sudor que resbala
por tu frente mientras te acuestas
con ella.

2 comentarios:

  1. No puedo poner palabras...Muy grande, mi amazonas de "las guerras cotidianas". Un besazo enorme!.

    Mery.

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  2. Muchas gracias pequeña, tú sí que eres grande,
    Muaks!

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