Te esperé despierta en tu cama,
te esperé desnuda en la ventana.
Y creí que me había armado de valor
pero en realidad, sólo me había armado
las piezas de esta cabeza loca.
-Loca por romper cabezas, romper con todo
y quedarse desamueblada.-
Ahora, las piezas son palabras
que laten en mi interior:
justicia, conspiración,
libertad, pólvora y traición.
Tenías razón; los mandatos
se cumplieron bajo el miedo,
pero cuando llevas una máscara tanto tiempo,
al final, olvidas lo que hay debajo.
Al igual que se olvida el objetivo de un juego
si sólo obedeces las reglas.
Hoy, 5 de noviembre,
volvemos al punto de partida
en el juego de la vida.
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