La silla vacía
me revuelve las tripas,
no tengo las suficientes agallas
para enfrentarme a todo un anfiteatro
a solas.
Oscuridad un foco
por fin algo de luz, enfócame,
enfócame directamente, sin miramientos,
lo deseo.
Una raya tras otra
en fila al filo de mi cabeza
ráfagas de lucidez, relámpagos preceden
la tormenta.
Caer en la miseria
sin ti o por ti, por mí sería
poco seria, pero he de reprimirme pucheros
y pataletas.
Enfócame otra vez,
sin avisar, quiero estar ciega
de rabia, amor y ron, poder gritar cabrón para ti
no hay perdón.
Y hacerlo con alevosía
ía
ía
o
ploff.
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