¡¡Pagana!! Pagarás
por lo que has hecho.
Y ella, le enseñó los pechos
mirándole con desprecio.
Al rato,
comenzó a arder,
quién sabe si fueron
las llamas del infierno
o del placer.
por lo que has hecho.
Y ella, le enseñó los pechos
mirándole con desprecio.
Al rato,
comenzó a arder,
quién sabe si fueron
las llamas del infierno
o del placer.
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