Nunca me caíste bien
me resultaba patética tu obsesión
por perseguir a un personaje extraño,
demasiado preocupado por sí mismo y esclavo del reloj.
Tal vez a ti, nadie te previno acerca de los hombres grises...
Y por eso te adentraste a un país extraño de lunáticos
que celebraban fiestas sin motivos,
un país lleno de flores ingratas y envidiosas,
en el que la luna sonreía con malicia y te confundía,
te perdiste, probaste cosas que te hicieron grande
y otras que te hicieron empequeñecer.
Acabaste mareada por seguirle la corriente a los demás,
por querer integrarte renunciando a decidir por ti misma.
Conociste a un gusano que te enseñó cosas de la vida
y te tomó por estúpida al no querer seguir sus pasos.
Viste con tus propios ojos las consecuencias
contradictorias de la sobreprotección.
Intentaste ayudar a los demás
y terminaste siendo víctima de una reina despiadada
cuya posición de poder le permitía
humillarte y jugar contigo,
te obligó a entrar en su juego sucio apostándote la vida
y los seres a los que ayudaste
no dudaron ni un momento en perseguirte
para intentar cortarte la cabeza.
-Suerte que te despertaste a tiempo.-
Aunque empiezo a darme cuenta de que
tu sueño era más real de lo que imaginaba,
de que ya entiendo porque no me gustaba tu historia...
Nunca me he caído bien,
soy una Alicia del siglo XXI,
y lo peor es que, no me puedo despertar
porque esto es la vida real.
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