Me encuentro,
a punto para el despegue...
Aún no he superado
mi miedo a las alturas
y en fin, aquí estoy,
"dispuesta a emprender el vuelo"
lejos del mar, sin viento...
-Tu mirada ha sido censurada.-
Compruebo el combustible,
la aguja indica que los niveles
son estables.
-Yo también quiero caer en la tentación
de pincharme el dedo, pero no puedo.-
Previsora,
reviso las probabilidades,
el porcentaje de riesgo es
mínimo, insignificante,
existe y resiste.
-Yo igual.-
Que extraño,
no me parece raro
nada de lo que siento
si acaso (siento).
Y sé que no diré lo siento,
a veces, las palabras me traicionan
cuando escapan de mi boca,
y no hablemos de otras bocas...
Las palabras son más fieles
si se escriben con las yemas de los dedos,
además yo, las prefiero sobre tu piel...
¿Qué será a estas horas de tu piel?
No quiero saberlo.
A estas alturas de la vida,
te parecerá mentira...
ya no siento vértigo.
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