Fotografía de Rosa Fernández García
Tienes las manos como luces de neón
y esta es la última vez
que voy a destrozarte.
Las campanas no han parado de sonar
y puedo ver cómo te crujes los dedos.
Pero yo soy más fuerte
y he pasado por setenta funerales
sin decir adiós.
Me pesa la apatía de los días
que se acercan,
el rechazo de los animales.
Nuestra vida es un eterno dejavu
y tú cada vez estás más cerca
de la ficción.
Fíjate,
se me caen los ojos
de avistar sueños fugaces.
Somos todo fachada,
por eso nos encantan los tejados.
Por eso nos encantan los teclados
y no dejamos a los vecinos en paz
con tanto ruido digital.
Voy a vengarme de los días de perros
con orejas de gato.
Tengo un saco de castañas
recién sacadas del fuego
de quienes vienen
a decirme
que no hace más que llover,
como si eso
fuese una desgracia.
Esta es la última vez
que voy a destrozarme.
Se acabó lo de hacer de Ian Curtis
Pizarnik, Kurt Cobain o Sylvia Plath.
Voy a cantar a gritos bajo la ducha,
como hace la gente normal,
engancharme a seriesyonkis
y frecuentar clubes nocturnos.
Pero antes,
déjame que te señale con el dedo
por lanzarme dardos envenenados
y hacerme creer que era yo
y sólo yo,
la causante de todas las desgracias.
Hace tiempo que dejé de jugar al rescate
y sin embargo, vas y me salvas.
Siempre
fuiste prescindible,
y esta, es la última vez
que voy a despedirme.
Cómo me gusta esta!
ResponderEliminarGracias amor!! Un abrazo!
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