Farolillos made in China balanceándose suavemente sobre mi cabeza, vacía
la taza pero quema en esencia.
Una cucharadita activa
la serotonina
y se te olvida por una milésima de segundo lo que es
pasarlo mal.
Engulles las horas con el ansia de una bulímica ingresada
pero no logras devolver
tiempo.
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