Podría decirte tantas cosas feas...
Podría dejarte debajo
de una baldosa de Bilbao.
Podría aplastarte
como a una lata vacía
sin tocarte
para que vieras
que a grandes rasgos
no eres más que una lata vacía.
Con tu etiqueta identificativa
de marca registrada.
Albergando a penas unas gotas
de algo que se va pudriendo
a una velocidad vertiginosa.
Contaminando el ambiente.
Desanillado, incompleto,
vacío... (vacío...)
Triste porque tu felicidad
depende de unos centilitros.
Triste cuando la felicidad
ajena es como el sol
y te quema.
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