Tercera persona del singular, fem.
Así, como si tal cosa,
se le iban derramando los órganos
por el piso.
Ni tan si quiera pudo advertir
el frío, o puede que,
probablemente, justo fuese
el frío lo que hizo que
no se diese cuenta de tan
tremenda pérdida.
De todos modos,
el resultado era inalterable,
poco a poco
se fue quedando vacía.
Hay quienes sospechan
que lo hizo adrede,
como si de miguitas de pan
se tratase, primero un riñón
para dejar los miedos,
luego el estómago, con sus
correspondientes cadáveres
de mariposas, y así
sucesivamente, formando
un caminito de vísceras
para cualquiera que tuviese
lo que hay que tener
para dar con ella
o con sus restos.
Magnífico May, me ha gustado, me ha intrigado (¿a dónde quiere ir a parar?), me ha tocado las mariposillas del estómago. Te propondría quizá una revisión de la forma, porque creo que se le puede sacar más partido aún... Por ejemplo, en el comeinzo, alterando el orden de los versos 2 y 3 (por el piso / se le iban derramando los órganos). Bueno, un abrazote, enhorabuena
ResponderEliminarVa justo ahí, a las entrañas.
ResponderEliminarA veces es difícil distinguir qué queda realmente de nosotros dentro, y quién se atreverá a buscarlo, o ayudarnos a buscarlo de nuevo..
Abrazo