miércoles, 16 de noviembre de 2011

ns/nc

¿Por qué siempre se piensa en flores
al hablar de poesía?


Yo encuentro poesía en las máquinas excavadoras
comparto la poética de las desordenadas gotas
de sangre que hay en el asfalto,
de los oscuros charcos de baldosas movedizas,
de la estructura de un paraguas que se vence
y de los cubiertos que quedaron sin lavar...

Y a veces
veo al tiempo amarrarse a una aguja de coser
y me planteo morderte sólo
para dejarte la marca de mis dientes
en la piel.

Hubo un tiempo en el que pagábamos
el canon de la infancia dejando nuestros
dientes de leche bajo la almohada.

Hubo un tiempo en el que un zapato de tacón
abandonado era una prueba de romanticismo.

¿Quién habla ahora de romanticismo?
Ahora, que la debilidad se entiende
como falta de frivolidad. Y la
frivolidad como un "must have"
para la supervivencia.

Y la pregunta sería
¿qué entendemos ahora por supervivencia?


Preguntas al viento
y pequeñas contemplaciones,
no es más, después de todo
¿quién soy yo para hablar de poesía?

2 comentarios:

  1. Hacer y deshacer por inercia
    el camino ya está más que trillado
    entonces, ¿para qué mover un dedo?
    Mentiras
    los mismos instintos
    y palabras bonitas.

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  2. No mover un dedo es lo mismo que callar y mirar para otro lado, si los instintos existen aflorarán en forma de palabras.

    Gracias,
    besos

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