Se topó con él sin querer, en realidad
lo que buscaba era otra cosa.
Me preguntó si sabía leer las manos.
Le dije que podía leer lo que tenía entre las manos.
Lo examinó palmo a palmo
y le extrañó no encontrar un marcapáginas.
¿No has empezado o ya has acabado?
Incliné suavemente la cabeza
y torcí una sonrisa.
No exactamente.
Él arqueó su ceja izquierda.
"Yo no pude vencerte, por eso estamos vivos."
Este verso es de Fernando Ortiz.
Él arrugó la frente.
Estoy tan inmersa en este libro
que no necesito marcarlo,
no necesito nada que me indique
por dónde he de seguir,
pas(e)o (por) sus páginas
para reCREARME.
Mira, mi línea del amor forma una cadena.
La cadena muestra debilidad, inestabilidad...
Contigo me ocurre lo mismo
que con el libro.
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