Hace días que me siguen los perros. Les oigo hablar en clave y olfatear mis huellas. El pequeño acecha en las esquinas, el más franco me apunta desde la ventana. Los perros, me siguen a todas horas. Les oigo apostar sobre los días que me quedan. Y se ríen con el pecho hinchado. A la huérfana apátrida se le acaban las historias.
Ilustración de Ryan Andrews
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