Igual que una tortuga
lenta y pesada
escondo mi cuerpo
bajo un caparazón.
Hace ya varios años, él me hablóescondo mi cuerpo
bajo un caparazón.
de la carne de las tortugas,
me habló de aquella vez en el barco...
Alzaron las redes y ahí estaba.
Rodeada de hombres
que la agarraban con crudeza.
Me habló del llanto más triste
que había visto en su vida
y de un sabor que recordaba
al de algún otro animal.
No sé muy bien porqué me lo contó,
solo recuerdo que me quedé llorando
sin querer probar bocado
mientras todos me miraban y decían:
"Sólo era una tortuga."
-Sólo era una tortuga.-
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