domingo, 7 de febrero de 2010

Mentiras


Amanecer
invocando fantasmas de esta y otras vidas.
Desfallecer

anímicamente hablando

y sacar historias de las nubes.
Érase una vez una chica con los ojos grandes
que de tanto mentir se le volvieron de mentira,
más como bien sabemos

las mentiras son
unas inconformistas
asi que avanzaron hacia su boca,
de modo que sus palabras,
sus besos y sus expresiones

también se volvieron
de mentira.
Pero eso no era suficiente,

pues todos sabemos que las mentiras
son asombrosamente insaciables,

asi que siguieron su camino

hasta llegar al estómago, entonces,
la chica confundía
el hambre con la saciedad
y las mariposas con los gusanos.

Cada día que pasaba

sus mentiras la seguían devorando

de los pies a la cabeza,

salpicando de desgracias a
todo aquel
que estuviera
a su alrededor.
Pasaron los días, y la chica se quedó sola.
¿Quién querría tener cerca
a una mentirosa?
Incluso ella era capaz de comprenderlo.

Cuando finalmente
la echaron en falta,
dicen, que dicen las lenguas

que encontraron en su lugar

dos muñecas rotas
y la mirada más sincera.

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