domingo, 9 de diciembre de 2012

M. rompe el paradigma

Le he dicho que le quiero
en cuanto me ha dado la espalda.

      Imagen  extraída de "INNER", Compañía Sharon Fridman

Apertura
                      a la inversa.


Me repliego sobre mí misma,
                                   ahora sí
podría perderme en las arrugas
de estas sábanas
         y ni siquiera tus palabras
  me lastimarían.

Tullido buscas asilo en mis manos,
pero eres igual que la tierra
que se escurre entre mis dedos
y me ensucia este vestido blanco
adornado de miserias.

No soy la suela de tu zapato,
ni el prólogo de tu historia,
no soy más que ese mal
de primera necesidad
que te trastoca.

Madrid no sabe llover

A Bárbara Nita  
  Esta ciudad
se deja llover en diagonal,
se empapa lentamente las aceras,
se llena de barro los parques
y empaña los cristales de los coches.

  Este hombre aúlla a la luna
como un perro hambriento,
me pide que le seque las nostalgias,
a veces pienso que me tomó 
por un pañuelo.

                          Aquella mano 
     con la que sostiene mi delicadeza
arrastra el peso de un cadáver de marfil,
sus huellas se perpetúan en el asfalto.

    Rápido,
  no queda tiempo,
hunde las piernas en barniz.